EL PAÍS
2004 / E.F.-S. / MADRID
Una lectura de José Saramago y una canción de Diego El Cigala cerraron anoche un sobrio y emotivo homenaje a la escritora Dulce Chacón.
Un acto multitudinario en el Círculo de Bellas Artes de Madrid que reunió (sentados en el suelo o incluso fuera de la sala) a amigos, familiares y lectores de la autora de La voz dormida, que murió el pasado diciembre. «Hemos querido hacer un encuentro fuera de dramatismos para recordar a la Dulce más bella, és e es el recuerdo que sus
amigos y su familia queremos que perdure«, afirmó Eduardo Vasco, director del homenaje.
«Hemos tratado de reunir a las personas que admiraban y querían a Dulce para trazar a través de ellos su perfil, el de su teatro, su poesía y su novela. Aquí está desde su faceta más lírica a la más comprometida«, explicó Eduardo Vasco.
«Hoy no es un día de compromisos. Quienes nos hemos reunido hoy aquí lo hemos hecho unidos por el cariño sincero y la admiración profunda que sentimos por Dulce«. Así presentaba Juan Luis Cano el recital (organizado por el Círculo de Bellas Artes, la editorial Alfaguara y la familia de Chacón) que congregó a actores como Juan
Diego Botto (que leyó el poema de Chacón dedicado al cámara de Tele 5 asesinado en Bagdad, José Couso); Juan Diego (Mojaítos) o Juan Echanove (Madre). El editor Juan Cruz recitó Testimonios; Luis Pastor interpretó Dulce del alma; las actrices Isabel Ordaz y Charo Amador leyeron un fragmento de la adaptación teatral de
Algún amor que no mate y Marina Rossell cantó Se vive solamente una vez. «En el viaje que hicimos juntas a Bagdad yo cantaba esta canción», dijo.
Desde poemas inéditos (como los que escribió para la boda de su hijo y que ayer recitaron su nuera, la actriz Miryam Gallego, y el actor Ginés G. Millán) a otros más conocidos, como Si la mar engaña, de Cuatro gotas-libro IV al que Diego El Cigala puso voz. Acompañado por la música y la guitarra de Javier Limón («El poema lo eligió
mi compadre y lo hemos ensayado un poquito esta tarde», dijo el cantaor), El Cigala arrancó una fuerte y cerrada ovación.
Le escuchaban Carmen Alborch, Manuel Vicent, Trinidad Jiménez, Montxo Armendáriz, Rosa León, Rosa Regàs, Inés Sabanés , Moncho Alpuente, Chete Lera, Juan Eduardo Zúñiga o Gaspar Llamazares.
El secretario general de Izquierda Unida afirmó: «Conocí a Dulce en la presentación de un libro suyo, pero fue a raíz de las manifestaciones contra la guerra y de la plataforma de la cultura cuando nos hicimos más amigos. Éste es un homenaje muy personal a una mujer que estuvo muy comprometida con su tiempo y con su gente».
José Saramago cerraba el recital con la lectura de Sequía, un poema de Dulce Chacón para el preámbulo de la Constitución en su 25º aniversario: «Vine sediento / estabas / junto al pozo con tus hijos / Vine solo y sediento / Al verme / construisteis un muro alrededor del pozo / Colgaba de mis hombros una sed muy antigua«.