Marina Rossell es una de las autoras fundamentales del Mediterráneo. Su voz exquisita acompañó a nombres clave en la escena catalana y nacional. Rossell cuenta, además, con una trayectoria internacional que ha vinculado su carrera a grandes nombres y escenarios de todo el mundo. De ello da fe la distribución de sus discos en toda Europa, Canadá, Estados Unidos y Latinoamérica.
La canción de raíz y la poesía son su inspiración y su vida artística. Marina Rossell lleva adosada la faceta del compromiso con los derechos de la mujer y la lucha contra la violencia doméstica. Este compromiso la ha llevado a implicarse en los conflictos del mundo, razón por la que actuó en Irak, Palestina, Israel, el Sáhara, Argelia, Bosnia, Ciudad Juárez y la plaza del Zócalo de México DF, lugares simbólicos de este y del pasado siglo que se han significado por el atropello a la justicia, los derechos y la vida.
Todo, en un recorrido que comenzó en el año 1976. Desde entonces ha publicado 13 discos, con algunos muy destacados que han pasado con letras de oro al libro de la historia de la música popular. Entre ellos el aplaudido «Penyora» (1978), «Cos Meu Recorda» o «Barca del Temps», todos publicados entre finales de los setenta y principios de los ochenta. En 2000 volvió a la pomada de la escena discográfica con «Y rodará el mundo».
Sus colaboraciones han dejado una profunda huella, tanto en su carrera como en el desarrollo musical de sus obras. En este sentido no ha habido distinciones por tendencias y Rossell trabajó al lado de Moustaki, Montserrat Caballé, Aute o Carlos Cano. También se ha sumado a los valores de la década de los noventa, como Pedro Guerra o el guitarrista flamenco Tomatito. Y del mismo modo que ha unido su voz a la de otras estrellas, ha paseado su obra por los escenarios más llamativos: desde París a Buenos Aires o Nueva York.
(via La Nueva España)