Marina Rossell edita nuevo disco para crear esperanza en un «bosque quemado»
La cantante Marina Rosell durante una actuación. EFE/Alejandro García/Archivo
La cantautora barcelonesa Marina Rossell (1954) ha publicado un nuevo disco, «Marina Rossell canta a Moustaki y canciones de la Resistencia», «traducción» al castellano del que lanzó hace años en catalán y con el que quiere crear «esperanza» y «recobrar la palabra» en el «bosque quemado» de la actualidad.
Rossell explica en una entrevista con EFE con motivo del lanzamiento del disco, del que la serie «La Casa de Papel» ya ha hecho popular su versión de «Bella Ciao» junto a Paco Ibáñez, que estos temas nacieron «para resistir el dolor y la rabia» y ella «las devuelve» para crear «esperanza, utopía, abrir horizontes y suturar heridas».
En los actos violentos de anoche en Barcelona Rossell ve «un bosque quemado» como el que sirvió de fondo al «videoclip» de «Bella Ciao», «una metáfora de la desolación» aunque también percibió «brotes» de vegetación que pugnaban por sobrevivir.
Para Rossell, que asegura que siempre ha creído «en la fraternidad» y en el «pluralismo ideológico», la sentencia del Procés «es la imagen de ese bosque quemado, la desolación, a un lado y otro».
«Yo creo que ninguna idea vale una gota de sangre. Brassens lo decía en una canción: ‘morir por las ideas, sí, pero de muerte lentiiiiiisima’ Ni una sola idea vale que alguien pierda un ojo, ni una gota de sangre», añade sobre lo que ha ocurrido.
«Nunca hubiera imaginado vivir esto. Soy hija de la Transición, mi primer disco es de 1976, y allí habÃía un espíritu de fraternidad por muy diferente que fuera el pensamiento. Hay que recobrar la palabra», insiste.
En su nuevo disco, explica, ha buscado «la esencia», grabándolo «con la máxima libertad» porque ya no busca «la excelencia sino lo que la excelencia deja como escombro: la resina, la zarza del bosque, no lo bucólico», explica.
No «repite» el disco en catalán porque los diez cortes salen del que hizo en 2011, «Marina Rossell canta Moustaki», y del de 2015, «Canciones de la Resistencia», además de un tema inédito, «Una rosa roja»: «las ha adaptado yo y me veo más bien como una escritora reescribiendo su libro. Son, como decía Neruda, para quien las necesite».
«Son canciones para suavizar la tristeza y quien canta reparte el misterio de la música; palabras que hablan de un sufrimiento universal. También son para hacer nuevos amigos y amigas en este camino, llegar a otras generaciones, a otros paisajes y también es un agradecimiento a todos los que los han escuchado en catalán», explica.
El tema inédito, «Una rosa roja», habla «precisamente» de «recobrar la palabra», «no de diálogo, que es una palabra cansada», y es «una metáfora del puente, lo que une algo que estaba desunido».
«Es lo que yo pido también. Me dirijo a todos los políticos y si alguno no lo tiene claro le recomiendo que se lave los ojos con camomila».
La canción «Lili Marleen», una de las que incluye en su disco, provocaba que «los dos bandos dejaran de matarse. Cuando se escuchaba, paraban, se liaban un cigarillo…» y por eso, asegura la artista, que no sabe «dónde terminará todo esto», ha querido grabarla ahora.